Un denominador común a todas las vías de transformación personal, sean éstas religiosas o no, une a todas las enseñanzas de sabiduría: la meta consiste en permanecer establecido en la paz, la serenidad y el amor que no tienen contrario.
Ahora bien, el ir más allá del mundo de los opuestos (éxito/fracaso, felicidad/desgracia, creación/destrucción…) requiere lo que la tradición cristiana designa como “la muerte del hombre viejo” y “el nacimiento del hombre nuevo”; lo que el sufismo denomina fanâ y el budismo nirvana. Más que de un cambio se trata de una metamorfosis.
La Paz siempre presente nos invita a esta aventura radical que no está reservada a yoguis, monjes o monjas retirados del mundo. El versículo más famoso de los Upanishads nos concierne a todos: “De lo irreal llévame a lo Real, de las tinieblas a la Luz, de la muerte a la Inmortalidad”.
Escrito a partir de respuestas dadas a una audiencia interesada en el sentido de la existencia, La Paz siempre presente es el último libro escrito por Arnaud Desjardins y contiene, de una forma muy clara y directa, la esencia del mensaje de éste a sus lectores.
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