¿Y si el camino espiritual fuera en realidad un infierno sembrado de buenas intenciones?
Este excelente tratado satirico ilustra las razones de los fracasos que podemos encontrar en un camino espiritual. Tiene por fundamento las enseñanzas de Arnaud Desjardins, del que Gilles Farcet es un cercano colaborador.
El autor nos alerta -con humor, socarronería y candor- de las trampas del camino, de los escollos que pueden desorientar al buscador sincero, sea cristiano, budista, judío o musulmán... o, sencillamente, laico.
Este manual es como un espejo de esos que agrandan la figura, pero es también una guía y un llamado a tomar conciencia de nuestros errores, de nuestras falsas creencias o falaces certezas espirituales, a menudo disimuladas o fortificadas por las ficticias buenas intenciones que nos infunde el mental.
Este maligno, este embustero, trata a cada instante de desviarnos del único objetivo que hemos de alcanzar: llegar a ser libres y felices, receptivos y sensibles.
En suma, he aquí una invitación a descubrir la plenitud del ser para convertirnos en amantes de la vida.
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